Thursday, October 26, 2006





















El primer día: dos imágenes procedentes del Liber Chronicarum, Nuremberg, 1493. Todo comienzo favorece la abstracción y la imprecisión es un alivio. La imagen no coloreada, en su simpleza, es superior a la mezcolanza del acuarelista (aunque ésta se acerque más a la barahúnda que nos rodea). Un libro magnífico para un tiempo lleno de promesas (cf. Erasmo) y la mano, die Tat!, die Tat!, apunta con su prematuro homenaje al autor de Fausto.

Monday, October 23, 2006

Los comienzos viven de la acción. Goethe lo reconoce rápidamente[1]. Die Tat! Die Tat! Tiene algo del báquico evohé. Buen conocedor de la Biblia sabe que no puede doblarse sobre su escritorio sin vivir fuera: contemplativas, las regiones polares de Musil o el contemptu mundi kafkiano aguardan aún.

[1] Und schreibe getrost: Im Anfang war die Tat!. Faust I

Sunday, October 22, 2006